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martes, 7 de diciembre de 2010

Exposición Magda Frank en Brasil

Un viaje a la eternidad
Palabras preliminares del Director y Curador de la Casa-Museo Magda Frank. Tulio H. Andreussi*.


A tres meses de su fallecimiento, gracias al Museo Oscar Niemeyer y a su directora, la Sra. Maristela Regia, quien supo con gran destreza llevar adelante este homenajea, se realiza por primera vez en América una gran exposición retrospectiva y exhaustiva de la obra de la artista húngara, naturalizada argentina, Magda Frank. Ha llegado el momento en que la obra podrá elevar a la artista.


Magda Frank sobrevivió a la guerra y al genocidio Nazi; vivió y sufrió al Hombre, a quien conoció en la más extrema de sus locuras. Un Hombre, que sobre la base del predominio de la razón, llegó hasta puntos escalofriantes de los que Auschwitz es un elocuente testimonio. Magda reconoció tempranamente que su reflexión escultórica no se podía enraizar en esa cultura occidental, la europea; aquella cultura había dado al hombre demasiadas vergüenzas. En las antiguas culturas americanas ella  vislumbra, un nuevo encuentro del hombre, con la tierra y con su origen; descubre en el seno de estas culturas una esperanza para poder vivir.


Magda Frank, dotada de una conciencia sobrenatural, con sus heridas como herencia de un pasado humano vergonzoso, emprendió un camino a de la soledad y silencio. Tallo su propia conciencia en la piedra. En los veinte monumentos que logra emplazar, codifica para la eternidad su mensaje. La piedra la ha cautivado y con ella logra entablar un diálogo religioso. Talla en la piedra la convicción de un renacer marcado por el perdón y el amor, condiciones básicas del hombre para un nuevo despertar.


Magda frank decide recluirse, darse a la austeridad y al silencio; de esta manera logra dedicar cada momento de su vida a construir formas verdaderas, ritmos sinceros proveniente del espíritu, no de recetas mentales que no lograrían más que reflejar el sentimiento egoísta y vanidoso del Hombre. Con un enorme gesto de fortaleza, Magda logra dejar de Ser: no ser más que un vinculo de la creación misma. No es ella quien crea, sino que es la Creación misma manifestándose y fluyendo con cada golpe de las maza o embiste de la gubia. Su obra es fruto del trabajo conjunto del espíritu, el profundo misticismo y la sumisión del esfuerzo físico.


Vivió veinte años alejada del universo de lo cotidiano, existiendo monásticamente; llenaba sus días con extensas horas de labor físico, muchas veces tras prolongados ayunos, en canteras inhóspitas y frías. Sin embargo, logra dejar en sus monumentos un legado para las generaciones venideras.


Hoy Magda Frank está con la Creación: nos dejó un legado incunable, para que los quienes estemos interesados podamos darlo a conocer.


Tulio H. Andreussi
Director de la Casa Museo Magda Frank
Curador de la exposición Homenagem. Magda Frank en el MON, Curitiba.






*este texto forma parte del catálogo de la exposición (en prensa).

Agradecimientos   

Nelly Perazzo
Ruth Corcuera
María del Carmen Magaz
Estudio Nicolas Pisarenko
Alberto Piñeiro
Cesar Fioravantti
Eduardo Noé
Gustavo Lowry
Jorge Bianchi
Estudio OlsteinRietti
Sergio Molina
Mariana Rodríguez Iglesias
María Cristina Guzmán
Marina Gancia
Camilo, Bianca y Olivia Andreussi

Agradecemos especialmente a la Sra. Rita Zalazar por los más de diez años dedicados al cuidado de a la artista y su amor incondicional.

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