[este texto forma parte de Magda Frank. Homenagem, cátalogo de la exposición en el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba. En prensa.]
Magda Frank y la búsqueda de un amanecer
por Ruth Corcuera*
Las obras de esta singular artista no pueden sino evocar en nosotros la figura de Jorge Luis Borges. Universos de libros, bibliotecas y museos. Buscadores de un mundo ideal, quizás escondido en sagas olvidadas o en culturas arcaicas, donde la idea de renacer alimentaba la aurora. En Las ruinas circulares, refiriéndose a su personaje, Borges escribía que el propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural: “quería soñar un hombre; quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad”
Magda Frank y la búsqueda de un amanecer
por Ruth Corcuera*
Las obras de esta singular artista no pueden sino evocar en nosotros la figura de Jorge Luis Borges. Universos de libros, bibliotecas y museos. Buscadores de un mundo ideal, quizás escondido en sagas olvidadas o en culturas arcaicas, donde la idea de renacer alimentaba la aurora. En Las ruinas circulares, refiriéndose a su personaje, Borges escribía que el propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural: “quería soñar un hombre; quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad”
El arte arcaico
Sabemos que en la creación no sólo es decisivo aquello que el artista ve, sino cómo lo ve y con qué actitud: la mirada omite o añade. Conocemos que quien enfrenta una obra realiza aquello que es su realidad.
Magda Frank descubre el arte arcaico en lecturas y en museos, primero en París y luego en Buenos Aires. Los datos que poseemos revelan su deslumbramiento al acercarse al Museo del Hombre de París, en cuya sede del Palais de Chaillot, en Trocadero, funcionaba la Sociedad de Americanistas: ejemplares del Journal de la Sociedad están entre los libros de su biblioteca que nos han llegado.

Magda Frank se impregnó en París de estos saberes, no solamente del arte occidental sino de las culturas que, décadas atrás, habían sido nueva fuente de interés de los grandes pintores y escultores, entre ellos Picasso, quien enriqueció el arte con una nueva mirada del mundo arcaico, mediterráneo y del arte africano. El arte africano tuvo una influencia decisiva para los cubistas puesto que no buscaba ser sólo una expresión estética, sino que apelaba a ser eficiente frente al mundo de los dioses, a lo mítico.
El primer encuentro de Magda con las manifestaciones artísticas del continente americano fue el que tuvo en París con el arte de México.
El antiguo arte mexicano está arraigado en lo que se ve a través del mito. El colibrí no es un simple pájaro de plumas tornasoladas, sino que bajo sus formas aparentes es lo que el mito hace de él. De ahí que se convierta en un símbolo de la resurrección, no importa cuánto concuerde con el modelo natural.

*Ruth Corcuera es Miembro de Número de la Academia de Bellas Artes de Argentina.
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te lo mandamos para que sigas aprendiendo más sobre esta fascinante artista. GRACIAS!!!
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